Friday, December 09, 2022 Arturo Rubio Torres

Jose Ignacio Contreras Raggio

El estudio desarrollado por José Ignacio Contreras, magíster en bioingeniería de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Campus Viña del Mar, bajo un convenio de colaboración científica chileno-suizo, ha logrado la elaboración de una estructura porosa biodegradable (biopolimero) mediante la utilización de una bioimpresora 3D. Esta innovación ha mostrado una respuesta positiva en el desarrollo de hueso, lo que podría significar un reemplazo del uso de metales en la reparación del esqueleto humano en un futuro.


El estudio, que comenzó en 2021, fue desarrollado de manera simultánea en el Laboratorio Federal de Suiza para Ciencias de los Materiales y Tecnología (EMPA) y en el Centro de Bioingeniería de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) en el Campus Viña del Mar, Chile. La investigación, logró un prototipo de alta precisión mediante el uso de una bioimpresora 3D.

José Ignacio Contreras, Magíster en bioingeniería, comenta: "Este hallazgo es sorprendente, ya que hasta ahora, por ejemplo en cirugías en niños, se asumía que el crecimiento natural del hueso tras una cirugía mayor, implicaría una segunda intervención con el tiempo, para evitar la liberación partículas tóxicas y una serie de complicaciones que ahora se verían eliminadas".

El Dr. Juan Francisco Vivanco, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, y director del Grupo de Investigación Multidisciplinario B3Mat (Biological, Bioinspired and Biomaterials) del Centro de Innovación en Bioingeniería, explica que: "Estamos fabricando elementos artificiales para mejorar las funciones musculoesqueléticas. La ingeniería sabe construir de manera controlada y la biología conoce muy bien a la célula y a los sistemas biológicos. Este tipo de tecnología con biomateriales permite desarrollar dispositivos lo más fieles a la naturaleza humana. Hasta ahora este tipo de proyectos creaban prototipos a escala del tamaño milimétrico, es decir, en términos coloquiales, del tamaño de una aspirina, pero hoy hemos logrado una estructura de mayor volumen con la precisión relevante desde el punto de vista celular y fisiológico, que podría trasladarse aplicaciones clínicas y que permite al médico imaginar y testear a futuro en seres vivos. En el laboratorio ya probamos el cultivo celular con una positiva respuesta, ahora resta probar la respuesta en animales y a futuro en seres humanos".

 

EQUIPO DE INVESTIGADORES

 

AUTORES INSTITUCION
Raúl Vallejos Baier Facultad de Artes Liberales, Universidad Adolfo Ibáñez
José Ignacio Contreras Raggio
  1. Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Adolfo Ibáñez
  2. Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology
Carola Millán Giovanetti Facultad de Artes Liberales, Universidad Adolfo Ibáñez
Humberto Palza Departamento de Ingeniería Química y Biotecnología, Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de Chile
Iurii Burda Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology
Giovanni Terrasi Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology
Bernhard Weisse Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology
Gilberto Siqueira De Freitas Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology
Gustav Nyström Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology
Juan F. Vivanco Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Adolfo Ibáñez
Ameet K. Aiyangar Empa - Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology

 

 


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