Tuesday, April 11, 2023 Arturo Rubio Torres

Sergio Soto-Acuña / Rodrigo A. Otero / Jennyfer Rojas

Nuevos fósiles de 240 millones de años en el norte de Chile incluyen peces, anfibios y heces fosilizadas, dando pistas sobre el origen de la Era de los Dinosaurios en el Desierto de Atacama. Investigadores chilenos encontraron un anfibio con aspecto de reptil, peces y excrementos atribuidos preliminarmente a tiburones de agua dulce, aportando nueva información sobre el ecosistema de la zona, donde se han descubierto restos de formas primitivas de reptiles y dinosaurios.


La región suroeste de San Pedro de Atacama esconde un portal que lleva a un ecosistema remoto que floreció en la Era de los Dinosaurios, cuando las formas iniciales de este grupo de animales dominaban el planeta y emergían los primeros mamíferos. Esta ventana hacia el pasado remoto conduce directamente al Triásico, donde todos los continentes formaban el supercontinente de Pangea. En ese entonces, el actual desierto más árido del mundo presentaba un paisaje muy diferente. Este portal representa una oportunidad única para estudiar la vida y el paisaje en la Tierra durante una época temprana en la historia de la vida en el planeta, y es de gran importancia para los estudiosos de la paleontología y la geología.

Rodrigo Antonio Otero González, investigador de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, comenta: "Las rocas de Cerro Quimal nos cuentan una historia con abundante volcanismo, pero también con una rica diversidad vegetal conformada por especies de ambientes húmedos. Estos escenarios tuvieron lugar en márgenes de lagos distribuidos de norte a sur, aproximadamente desde San Pedro de Atacama hasta el límite sur de la Región de Antofagasta. Este lugar se ubicaba en el margen suroccidental del supercontinente Pangea".

La presente investigación científica ha permitido identificar los restos óseos de tres individuos que no se habían registrado previamente en el registro paleontológico de Chile. Se estima que estos restos tienen una antigüedad cercana a los 240 millones de años, en el Triásico medio. De los tres especímenes, dos corresponden a distintas formas de peces de agua dulce, mientras que el tercero se atribuyó a un anfibio peculiar. Cabe destacar que este último representa la evidencia ósea más antigua encontrada en Chile de este tipo de vertebrados. Además de estos hallazgos, los investigadores también descubrieron coprolitos o fecales, los cuales constituyen el primer registro nacional de este tipo de fósiles para la Era de los Dinosaurios.

Otero González establece que el estudio: "reconoce la presencia de dos formas distintas de peces de agua dulce de unos 25 a 30 centímetros, correspondientes a pseudobeacóniidos y a una forma afín a Guaymallenia paramillensis. Lo interesante es que ambos tipos habían sido reportados previamente en la Cuenca Cuyana de Argentina, que latitudinalmente está más al sur". Además, señala que "La presencia de un temnospóndilo en el Triásico Medio es interesante, ya que este grupo se encuentra poco representado durante dicho lapso en Sudamérica, lo que abre importantes perspectivas para nuevos hallazgos de estos anfibios".

El fragmento de cráneo identificado corresponde a un temnospóndilo, un tipo de anfibio. Este hallazgo es de gran relevancia, ya que representa el registro más antiguo de este tipo de animal en el país. Además, esta evidencia supera en 170 millones de años a la presencia de ranas encontradas en la Patagonia chilena durante el Cretácico, las cuales vivieron junto a los dinosaurios. Este descubrimiento permite ampliar el conocimiento acerca de la diversidad de vida en el pasado remoto del territorio chileno, y ayuda a comprender la evolución de los anfibios en la región. Por lo tanto, este hallazgo constituye una importante contribución para los estudios de la paleontología y la biología evolutiva en el país.

Además de los restos óseos, también se encontraron heces petrificadas en espiral, al respecto Rodrigo Otero comento: "los cuales son producidos por un grupo acotado de vertebrados marinos. Nuestra sospecha es que pueden corresponder a tiburones dulceacuícolas, considerando que en el norte de Chile existen registros de sus dientes tanto en el Pérmico como en el Triásico, pero que, lamentablemente, hasta ahora no han sido estudiados en detalle. Esperamos en futuras campañas poder hallar dientes que nos permitan mayor claridad respecto a estos hallazgos". Según científicos chilenos, estos registros de estiércol son los más antiguos de Chile y los primeros descritos localmente durante la llamada era de los dinosaurios. Al respecto Otero González continúa explicando: "En Chile, solo se han hecho menciones a coprolitos de vertebrados, pero creo que ninguno de ellos ha proporcionado hasta ahora suficiente información para sugerir un candidato productor. El presente registro es el primero descrito en Chile de edad triásica, y el primero proveniente de ambiente lacustre".

El Cerro Quimal es un lugar excepcional en el territorio nacional debido a su relevante importancia paleontológica, siendo uno de los pocos sitios que presenta evidencias fósiles del período Triásico. Este período es reconocido como un momento crítico en la historia de la vida en la Tierra, ya que marca una recuperación en la diversidad biológica luego del evento de extinción más devastador que ha enfrentado el planeta. Este evento, incluso supera al que acabó con la Era de los Dinosaurios hace unos 66 millones de años, en el que se estima que el 95% de las formas de vida existentes en ese momento fueron erradicadas. En este sentido, la importancia de Cerro Quimal radica en su capacidad para proporcionar una ventana al pasado triásico chileno, un período que marcó un hito en la evolución biológica del planeta. Otero destaca la importancia de este periodo: "Es durante este lapso que en ambientes continentales aparecen los dinosaurios, las lagartijas, las tortugas, los cocodrilos y también los mamíferos. En cuanto a las plantas, aparecen los helechos y las coníferas. También aparecen ‘nuevos’ insectos, como el linaje de los saltamontes, el de las moscas y el de las abejas y hormigas. En el mar, en tanto, el recambio y la diversificación de formas es explosiva".

 

EQUIPO DE INVESTIGADORES

 

AUTORES INSTITUCION
Rodrigo A. Otero
  1. Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama
  2. Laboratorio de Ontogenia y Filogenia, Departamento de Biología. Universidad de Chile
  3. Paleo Consultores Ltda
David Rubilar-Rogers Museo Nacional de Historia Natural
Sergio Soto-Acuña
  1. Laboratorio de Ontogenia y Filogenia, Departamento de Biología. Universidad de Chile
  2. KayTreng Consultores SpA
Alexander Vargas M. Laboratorio de Ontogenia y Filogenia, Departamento de Biología. Universidad de Chile
Gonzalo Mella Rojas Escuela de Geología. Universidad Mayor
Raúl Ugalde
  1. KayTreng Consultores SpA
  2. Escuela de Geología. Universidad Mayor
Osvaldo Rojas Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama
Jennyfer Rojas Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama
Fernando E. Novas Laboratorio de Anatomía Comparada, Museo Argentino de Ciencias Naturales

 

 

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Dragón Volador del Jurásico Restos fósiles de cuatro peces de los períodos Jurásico y Cretácico encontraron en Chile