Thursday, June 02, 2022 Arturo Rubio Torres

Andrés Marcoleta Calderas

Bacterias descubiertas por un equipo investigadores de la Universidad de Chile en suelos de la Antártica, poseen genes que otorgarían resistencia a múltiples antibióticos y otras sustancias antimicrobianas lo cual podrían significar un riesgo para la salud mundial.


En 2017 y 2019, un equipo de investigadores viajó a varios puntos de la Península Antártica para recolectar muestras de suelo con el propósito de estudiar las comunidades microbianas que habitan este rincón del mundo. Las investigaciones muestran una gran diversidad de microorganismos que se encuentran en estos suelos. La gran sorpresa de los científicos fue el descubrimiento de que muchas de las bacterias en estas muestras tenían habilidades y adaptabilidad sorprendentes, incluida la capacidad de resistir los efectos de varios grupos de antibióticos, sustancias biológicas y tóxicas.

El Dr. Andrés Esteban Marcoleta Caldera comenta que que estas capacidades de resistencia podrían ser adquiridas por bacterias patógenas. Una condición que puede implicar serios problemas de salud a nivel mundial. Estas capacidades de resistencia están contenidos en fragmentos móviles de ADN, lo que permitiría su fácil transferencia a otras bacterias. Marcoleta Caldera recalca “Por lo tanto, parece no ser descabellada la idea de que estos genes puedan eventualmente llegar a bacterias que causen infecciones en humanos u otros animales, otorgándoles mayores capacidades de resistencia”.

El profesor Marcoleta agrega que “estas bacterias y sus genes no se asociaban a contaminación o intervención humana, sino que eran parte de las comunidades microbianas propias de estos suelos antárticos”.

 

EQUIPO DE INVESTIGADORES

 

AUTORES INSTITUCION
Andrés E. Marcoleta Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Patricio Arros Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Macarena A. Varas Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
José Costa Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Johanna Rojas-Salgado Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Camilo Berríos-Pastén Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Sofía Tapia-Fuentes Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Daniel Silva Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
José Fierro Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de ChileInstitución
Nicolás Canales Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Francisco P. Chávez Laboratorio de Microbiología de Sistemas, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Alexis Gaete Laboratorio de Bioinformática y Expresión Génica, Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Universidad de Chile,
Mauricio González Laboratorio de Bioinformática y Expresión Génica, Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Universidad de Chile
Miguel L. Allende FONDAP Center for Genome Regulation, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
Rosalba Lagos Grupo de Microbiología Integrativa, Laboratorio de Biología Estructural y Molecular BEM, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile


Por otra parte Marcoleta aclara que el estudio “indicó que las Pseudomonas son unos de los grupos predominantes en los suelos de la Península Antártica, y que varias de ellas presentan resistencia a una gran cantidad de antibióticos de diferentes clases. Afortunadamente, todo indica que dichas Pseudomonas antárticas no son patógenas, pero sí podrían actuar como una fuente de genes de resistencia y ser transferidas con relativa facilidad a Pseudomonas patogénicas”.

El Dr. Marcoleta Caldera manifiesta que “nuestra investigación se valió también de tecnologías y métodos computacionales de última generación que no requieren del cultivo de microorganismos, sino que se enfocan directamente en el análisis de su ADN, el que puede ser extraído directamente desde el suelo. De esa manera, pudimos estimar la abundancia de los distintos tipos de microorganismos que allí habitan y determinar cuáles de ellos eran los principales portadores de genes de resistencia” .

Los científicos, autores del trabajo, declaran que: “la microbiota del suelo de la Península Antártica tiene un amplio resistoma natural, parte del cual podría transferirse horizontalmente a las bacterias patógenas, actuando como una fuente potencial de nuevos genes de resistencia".

Texto Completo

Fuente

Fuente 1