Monday, February 14, 2022 Arturo Rubio Torres

Cristian A. Vargas Gálvez

Un análisis global de datos ambientales e investigación experimental sugiere que podemos estar subestimando las consecuencias de los aumentos actuales en la acidez de los océanos, incluida la forma en que se diseñan y operan estos experimentos. Los resultados muestran que la respuesta de las poblaciones marinas a la acidificación varía según la región geográfica, lo que los autores creen que requiere experimentos más realistas que tengan en cuenta las características del hábitat de las especies para estimar con precisión el impacto de la acidificación del océano en la vida marina.

Se cree que solo los bosques pueden absorber el dióxido de carbono (CO2) liberado a la atmósfera, que ahora es generado en gran parte por las actividades humanas en la Tierra. Pero el océano juega un papel igualmente importante en este escaneo, absorbiendo alrededor de 24 millones de toneladas de carbono de la atmósfera cada día. Hasta ahora, los océanos han logrado absorber más del 30 % de todo el dióxido de carbono producido por el hombre desde la revolución industrial. Sin embargo, la capacidad de absorber dióxido de carbono tiene sus consecuencias. Durante este proceso se producen varios efectos, el más notable de los cuales es la disminución de la acidez o pH del agua de mar, fenómeno conocido como acidificación de los océanos.

Por lo tanto, una disminución en el pH puede tener una serie de consecuencias para la vida marina, incluida la dificultad para construir corales o conchas de moluscos, Pero también afecta una serie de procesos biológicos en estos y otros organismos, como crustáceos y peces, afectando el crecimiento, desarrollo, abundancia y supervivencia de los mismos.

Dr. Christian Vargas, profesor titular de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, e investigador del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) y de Socio-Ecología Costera (SECOS), ha llevado a cabo un análisis global de experimentos de acidificación, en de todo el mundo, junto con la meticulosa síntesis y análisis del nivel de pH y CO2 en el área costera, este análisis le ha permido demostrar que se puede subestimar el efecto de la acidificación del océano.


EQUIPO DE INVESTIGADORES

AUTORES INSTITUCION
Cristian A. Vargas Gálvez
  1. Coastal Ecosystems & Global Environmental Change Lab (ECCALab), Departamento de Sistemas Acuáticos, Facultad de Ciencias Ambientales,
  2. Centro de Ciencias Ambientales EULA, Universidad de Concepción.
  3. Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), Universidad de Concepción.
  4. Instituto Milenio Socio-Ecológico de la Costa (SECOS).
Luis Antonio Cuevas L.
  1. Coastal Ecosystems & Global Environmental Change Lab (ECCALab), Departamento de Sistemas Acuáticos, Facultad de Ciencias Ambientales.
  2. Centro de Ciencias Ambientales EULA, Universidad de Concepción.
  3. Instituto Milenio Socio-Ecológico de la Costa (SECOS).
Bernardo R. Broitman
  1. Instituto Milenio Socio-Ecológico de la Costa (SECOS).
  2. Facultad de Artes Liberales, Departamento de Ciencias, Universidad Adolfo Ibáñez.
Valeska A. San Martin Instituto Milenio Socio-Ecológico de la Costa (SECOS).
Nelson A. Lagos
  1. Instituto Milenio Socio-Ecológico de la Costa (SECOS).
  2. Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático (CiiCC), Facultad de Ciencias, Universidad Santo Tomás.
Juan Diego Gaitán-Espitia Instituto Swire de Ciencias Marinas, Escuela de Ciencias Biológicas, Universidad de Hong Kong.
Sam Dupont
  1. Departamento de Ciencias Biológicas y Medioambientales, Universidad de Gotemburgo.
  2. Organismo Internacional de Energía Atómica, Principado de Mónaco.

Cristian Vargas Gálvez explica que algunas poblaciones han podido adaptarse localmente a estas condiciones más ácidas y agrega: “en consecuencia, muchos experimentos de laboratorio en el mundo han expuesto a estos organismos a condiciones supuestamente futuras, pero que en realidad, son en las que actualmente viven, lo que explica que muchas veces no se observen efectos negativos, lo que evidentemente podría estar subestimando los cambios que a futuro pudiera vivir el océano”.

“Este tipo de análisis es esencial, considerando que los informes que prepara el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ( IPCC), basan su análisis en las publicaciones y reportes que generan científicos en diferentes partes del mundo, y a partir de éste análisis que acabamos de terminar, estaríamos demostrando que muchos de estos experimentos han obviado algunos aspectos relevantes, y los impactos de la acidificación del océano podrían haber sido subestimados” destaca Vargas Gálvez.



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