Monday, March 20, 2023 Arturo Rubio Torres

Marco Antonio Méndez Torres

Una investigación científica liderada por la Universidad Austral, en colaboración con científicos chilenos de varias instituciones, alerta sobre el complejo panorama de conservación de ciertos anfibios chilenos. Según el informe, doce de estas especies podrían enfrentar la extinción debido al cambio climático. La investigación fue realizada por científicos de CAPES e IEB.


Los anfibios son organismos ectotermos, lo que los hace muy vulnerables a los efectos del cambio climático, ya que dependen de las condiciones ambientales para regular su temperatura. Además, debido a su crítico estado de conservación, con la mitad de sus especies en riesgo de extinción, los anfibios son un ejemplo representativo de la pérdida acelerada de biodiversidad en los ecosistemas del planeta. A pesar de esto, aún se sabe poco sobre los efectos precisos del aumento de las temperaturas globales en los anfibios, especialmente en Chile, que cuenta con más de 60 especies nativas.

Para abordar esta brecha de conocimiento, un equipo de investigadores liderado por el ecólogo Leonardo Rodríguez de la Universidad Austral de Chile evaluó los impactos actuales y futuros del cambio climático en la biodiversidad de los anfibios nacionales, específicamente en el bosque lluvioso valdiviano, uno de los hotspots de conservación más importantes del planeta.

Los científicos descubrieron que al menos 12 especies de anfibios reducirán permanentemente su área de distribución en los próximos 30 a 50 años, lo que aumentará su riesgo de extinción. El bosque lluvioso valdiviano es una ecorregión de más de 3.000 kilómetros de longitud, que comprende una gran variedad de ecosistemas, formaciones vegetales y climas. Es considerado una de las 35 áreas de conservación terrestre más importantes a nivel global y es el hogar del mayor número de especies anfibias del país. El equipo de investigación identificó 40 especies en esta zona, lo que representa alrededor de dos tercios del total presente en Chile.

Los investigadores evaluaron la diversidad filogenética de 27 de las especies identificadas, lo que les permitió conocer la historia evolutiva de estos animales y proyectar el destino de sus poblaciones en un contexto de cambio climático. La diversidad filogenética es una medida de la cantidad de historia evolutiva acumulada en una comunidad específica, lo que representa el conjunto de adaptaciones genéticas que ha experimentado a lo largo del tiempo. La preservación de una alta diversidad filogenética en una especie o grupo de especies maximiza la posibilidad de que esa especie tenga un rasgo genético que asegure su supervivencia a futuro.

 

EQUIPO DE INVESTIGADORES

 

AUTORES INSTITUCION
Leonardo J. Rodriguez Universidad Austral de Chile
Olga Alejandra Barbosa Prieto Universidad Austral de Chile
Claudio Azat Universidad Andres Bello
Mario Alvarado-Rybak
  1. Universidad Andres Bello
  2. Universidad de las Américas
Claudio Correa Universidad de Concepción
Marco Antonio Méndez Torres
  1. Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB-Chile
  2. Universidad de Chile
  3. Pontificia Universidad Católica de Chile
Felipe N. Moreno-Gómez Universidad Católica del Maule
Felipe E. Rabanal Universidad Austral de Chile
Marcela A. Vidal Universidad del Bío-Bío
Nelson A. Velásquez Universidad Católica del Maule
Leonardo D. Bacigalupe Universidad Austral de Chile


Para predecir los efectos futuros del cambio climático en la historia evolutiva de estas especies, los investigadores utilizaron dos posibles escenarios climáticos: uno "optimista", donde las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzan su punto máximo para el año 2040, y otro "pesimista", con un aumento continuo de las emisiones más allá de esa fecha. Los modelos de distribución generados a partir de estos escenarios se elaboraron utilizando un algoritmo de aprendizaje automático y considerando variables bioclimáticas como predictores de la distribución futura. Los autores del estudio proyectaron que, en cualquiera de los escenarios propuestos, todas las especies de anfibios analizadas cambiarán sus áreas de distribución para el año 2050, con algunas enfrentando incluso la extinción. Esto conduciría inevitablemente a un declive en la historia evolutiva de la clase Amphibia.

El Dr. Marco Antonio Méndez Torres, académico de la Universidad de Chile, investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad y coautor del estudio comenta: "Los escenarios no son auspiciosos, pues se observa una pérdida importante en la diversidad filogenética en todos los escenarios modelados. Algunas especies se van a extinguir y otras van a ir gradualmente declinando, especialmente en los sitios de mayor diversidad de anfibios”.

Por su parte la Dra. Olga Alejandra Barbosa Prieto, investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad y coautora del estudio, edxplica: "“El escenario para la biodiversidad del planeta frente al cambio climático es adverso, y los anfibios son probablemente la mejor representación de esta situación, dado sus requerimientos de hábitat y sus aspectos fisiológicos o conductuales”. y además, destaca que: "Todo este escenario, implica la pérdida de millones de años de historia evolutiva, interacciones ecológicas y rasgos que se han ido especializando a través del tiempo".

El Dr. Méndez Torres insiste en : "es conocido que las áreas protegidas no son efectivas para la protección de especies animales, pues la mayoría de las especies se distribuyen fuera de las áreas protegidas. En este sentido, nuestros resultados sugieren un papel muy menor en la conservación de la diversidad filogenética para los anfibios. De todos modos, los datos de este estudio incorporan nueva información que debe ser considerada en la toma de decisiones asociada a la conservación de las especies anfibias".

Barbosa Prieto precisa: "A nivel mundial, las áreas protegidas son la principal herramienta para la conservación de la biodiversidad, pero frente a cambios en la dinámica de la distribución de especies, pueden resultar inefectivas a futuro. Por eso es preciso que, además de los esfuerzos públicos en aumentar las áreas de protección —como por ejemplo se ha logrado a partir de la nueva ley de humedales urbanos—, se pueda fomentar la conservación de terrenos privados. De esta forma, se pueden sumar a las áreas protegidas existentes, nuevas áreas con las condiciones apropiadas para sostener y conservar la biodiversidad frente a estas presiones antropogénicas".

 


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